jueves, 4 de julio de 2013

EL TRABOL Y SU VARIANT

Domingo por la tarde, el recreativo lleno, la calle llena, era invierno, los chavales que tenían moto daban vueltas por ahí, iban llegando y yéndose aleatoriamente. En eso escuchamos la moto del Trabol, una especie de Derbi Variant con todas las modificaciones echas y alguna más, se oye desde lejos, viene bien ligerito, él siempre medía las distancias, es decir, frenando en la puerta del Castillito llegaba al recreativo de lado porque desde que frenaba la moto se le ladeaba y venía así por toda la calle.
Todos los que estábamos allí nos asomamos para verlo venir. Esta vez no funcionó del todo: Delante de la puerta del Castillito había gravilla con lo que las distancias ya no cuadraban y sí se puso de lado pero con la cara también desencajada de manera que venía bien ligerito por la calle con los frenos casi con los dedos pegados. Todo el mundo se quitó del medio menos los que estaban jugando al futbolín que con los ruidos de las bolas y la música ni se dieron cuenta mientras manolillo se metía por la puerta del recreativo y la moto se sostuvo entre el escaparate y la pared sujetándose él mismo al borde del futbolín que fue entonces cuando los que jugaban se dieron la vuelta y vieron la moto casi encima. Creo que todos nos reímos aunque al Trabol le costó algo más reírse tras superar el susto de no haber cogido el escaparate por cuenta. Desde entonces venía ligero, como íbamos todos, pero ya se cuidaba de la frenada, toda una pasada.

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